viernes, 29 de marzo de 2013

UN POCO DE HISTORIA DEL CREDO CATOLICA

El credo es una declaración de fe cristiana que describe las creencias de una comunidad religiosa.

Esta confesión de fe es usada por diversas iglesias, denominaciones de tradición occidental y vertientes del cristianismo, las cuales incluyen el catolicismo, el ortodoxismo, el luteranismo, el anglicanismo, el presbiterianismo, el metodismo y el congregacionalismo.

Una de las creencias más ampliamente utilizadas en el cristianismo es el Credo de Nicea, formulado por primera vez en el año 325 en el Concilio de Nicea y usado por la iglesia católica. Éste se basa en la interpretación de los evangelios canónicos, las cartas del Nuevo Testamento.

La afirmación del credo en el cristianismo, afirma la creencia de la naturaleza trinitaria de Dios, y puede llegar a ser tomado como una prueba fundamental de la ortodoxia en diversas denominaciones cristianas.

El credo, como símbolo de la fe , tiene una especial importancia en el catolicismo que exige el aprendizaje de éste como requerimiento para realizar ciertos sacramentos, e implica una sanción de la autoridad eclesiástica.[1]
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Historia
Precedentes

El llamado «símbolo apostólico» se compone esencialmente de una parte trinitaria —tres artículos en que se profesa la fe en las tres divinas personas— y de otra cristológica, que fue añadida al segundo artículo.

Pero quedan algunas fórmulas, compuestas a modo de símbolo, que carecen de la parte cristológica: estas fórmulas parecen más antiguas que el «símbolo de los apóstoles». Una fórmula de esta especie, casi acristológica —que es tal vez la más antigua de todas— se conserva en la obra, impregnada de gnosticismo, escrita entre los años 150 y 180: Testamentum in Galilaea D. N. I. Christi, ed. I. Guerrier 1913, en "Patrología orientalis IX", o en la obra casi idéntica: Gespräche Jesu mit seinen Jüngern nach der Auferstehung, ed. C. Schmidt 1919, donde (p. 192 y 32, respectivamente) se halla este Símbolo breve: «[Creo] en el Padre omnipotente, —y en Jesucristo, Salvador nuestro—, y en el Espíritu Santo Paráclito, en la Santa Iglesia, y en el perdón de los pecados.»


Origen del credo católico

Durante los concilios ecuménicos de Nicea, en el 325 y Constantinopla, celebrado el 381, se enuncia el llamado «credo niceo-constantinopolitano». Este credo resumió las respuestas definitivas que solucionaron la crisis provocada por Arrio, que negaba la divinidad de Jesucristo, afirmando la fe trinitaria, es decir, en Dios Padre, Jesucristo Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.[cita requerida]

Hay un segundo credo ampliamente conocido en la Iglesia y que lleva el nombre de «credo de los apóstoles». Es a estos dos credos a los cuales se adhieren las principales vertientes del cristianismo: los católicos romanos, los ortodoxos y otras ramas menores. Los distintos movimientos, denominaciones y grupos autodenominados cristianos que no observen, enseñen, guarden o crean alguna de las proposiciones contenidas en estos credos, son considerados como sectas.[cita requerida]

El credo en la Iglesia católica Romana

Las principales verdades en las cuales cree la Iglesia católica están contenidas en este credo.[cita requerida] El «credo de los apóstoles», conocido también como «símbolo de los apóstoles», es considerado el resumen fiel de la fe de los apóstoles. Es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia Católica Romana. Su gran autoridad proviene del hecho de que es el símbolo que guarda la Iglesia católica romana, la que fue sede del apóstol Pedro, uno de los apóstoles, y a la cual él llevó a la doctrina común.[3]

Credo actual del Catolicismo Romano

El actual Catecismo de la Iglesia Católica afirma:[4]

§192. A lo largo de los siglos, en respuesta a las necesidades de diferentes épocas, han sido numerosas las profesiones o símbolos de la fe: los símbolos de las diferentes Iglesias apostólicas y antiguas (cf. DS 1-64), el símbolo "Quicumque", llamado de S. Atanasio (cf. DS 75-76), las profesiones de fe de ciertos Concilios (Toledo: DS 525-541; Letrán: DS 800-802; Lyon: DS 851-861; Trento: DS 1862-1870) o de ciertos Papas, como la "fides Damasi" (cf. DS 71-72) o el "Credo del Pueblo de Dios" (SPF) de Pablo VI (1968).
§193. Ninguno de los símbolos de las diferentes etapas de la vida de la Iglesia puede ser considerado como superado e inútil. Nos ayudan a captar y profundizar hoy la fe de siempre a través de los diversos resúmenes que de ella se han hecho.
Entre todos los símbolos de la fe, dos ocupan un lugar muy particular en la vida de la Iglesia:
§194. El Símbolo de los apóstoles, llamado así porque es considerado con justicia como el resumen fiel de la fe de los apóstoles. Es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma. Su gran autoridad le viene de este hecho: "Es el símbolo que guarda la Iglesia romana, la que fue sede de Pedro, el primero de los apóstoles, y a la cual él llevó la doctrina común" (S. Ambrosio, symb. 7).

§195. El Símbolo llamado de Nicea-Constantinopla debe su gran autoridad al hecho de que es fruto de los dos primeros concilios ecuménicos (325 y 381). Sigue siendo todavía hoy el símbolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente.

Significado del credo para otras Iglesias cristianas

El credo no se puede encontrar escrito de manera literal en la Biblia, ya que se trata de un compendio de los principios fundamentales de la fe cristiana, basados en el Antiguo Testamento, las crónicas de la vida y hechos de Jesús contenida en los cuatro evangelios, así como en los escritos y cartas escritas por los apóstoles, la mayoría de estos de la segunda mitad del siglo I. Es por esto que el credo es común a la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Protestante, las tres principales vertientes del cristianismo.

Textos de los credos
Símbolo de los apóstoles

Latín

Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae, et in Iesum Christum, Filium Eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad ínferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.

Español

Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nacido de la virgen María; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; y subió a los cielos; está sentado a la derecha del Padre, y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna (perdurable) . Amén.